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ANÁLISIS DEL ENCUENTRO:
Pim, pam, pum. Realmente el partido duró ocho minutos. Los que tardó el Barcelona en sacar los colores a un rival que pecó de inocencia. Es difícil contener a un ataque formado por Iniesta, Xavi, Messi y Etoo, pero si el primer gol te lo hace a balón parado Márquez de cabeza, pues entonces es imposible. Y si nada más recibirlo te vienes abajo y cometes un penalti absurdo, la goleada está garantizada. Para rematarlo, Messi te hace un gol de falta cuando el rival está colocando la barrera sin que nadie haya solicitado distancia.Bastaron ocho minutos para liquidar el esperadísimo duelo Messi-Agüero a favor del azulgrana.
El Camp Nou se venía abajo de alegría, el Atlético de impotencia. Una de las defensas más alabadas del inicio liguero se resquebrajaba con la facilidad con la que un cuchillo corta la mantequilla. Coupet, que pecó de pardillo al ponerse a colocar la barrera, y Raúl García, que se retiró de delante del esférico, fallaron en el gol de Messi. Las bandas no existieron y los centrales fallaron estrepitosamente. Y todo en menos de diez minutos.
Más tarde, apareció Maxi Rodríguez para dar salsa al encuentro, y marcar un golazo desde fuera del área, por la escuadra; pero para colmo de males, se lesiona en esa jugada y tiene que ser sustituido por Miguel de las Cuevas.
Luego, volvió a relucir el Barcelona con varias jugadas y pases de Xavi, que dió uno de esos a Eto´o, y el camerunés prácticamente solo frente a Coupet, no falló y ponía el 4-1 en el luminoso.
El Atlético había perdido los papeles, no sentía los colores, se les había caído la insignia del equipo por lo más bajo. Parecía un equipo de tercera, o ni eso, un grupo de "amigos" que jugaban una pachanga. Desastroso. No sería el último gol de la primera parte, en una internada de Iniesta por la banda, y tras un rechace, Eidur Gudjohnsen ponía otro tanto más a favor de los culés.
Los dos conjuntos efilaban el túnel de vestuarios, unos cabizbajos y otros saltando de alegría.
En la segunda mitad, por suerte para el Atlético, el Barcelona levantó el pie. Aguirre, con buen criterio, aunque tarde, retiró al 'Kun' de una guerra en la que ya no había nada que ganar y sí mucho que perder. La reanudación sólo sirvió para comprobar que el Atlético no tenía fuerzas para más y que el Barcelona se conformaba con la exhibición. Guardiola retiró a Messi, Etoo y Xavi para que se llevaran la ovación de su público y Henry y Bojan fueron los únicos que salieron con ganas de ahondar en la herida rojiblanca. El francés lo consiguió al lograr el sexto de la noche en una excepcional triangulación con Xavi (antes de que se retirara) y Bojan, que le dejó en la frontal un balón para que el francés ajusticiara a su paisano Coupet, que no olvidará fácilmente el Camp Nou, ya que no solo encajó seis goles, sino realizó un partido lamentable. Sin embargo, la joven perla culé no encontró el premio a su insistencia. Con el Camp Nou pegando botes de alegría por la goleada, el Atlético rezando por llegar al 90' y el Barcelona tocando y gustándose, Iturralde se apiadó del conjunto rojiblanco y apenas alargó medio minuto más la agonía de un aspirante a todo que en la Liga cada vez es más aspirante a nada, como me parecía a mi desde el principio. Por su parte, Guardiola comienza a sacarle réditos a su apuesta ofensiva tras las dudas iniciales y su juego comienza a sembrar el miedo en sus rivales. En definitiva el Barça ganó a un rival que iba medio muerto, con las bajas que llevaba y que se podía haber ahorrado el viaje a la ciudad Condal.
Mientras , el Villarreal suma y sigue, y venció ayer por la tarde al Betis, remontando un primer gol verdiblanco obra de Damiá, con tantos de Gonzalo Rodríguez y J. Llorente.